Como he comentado más arriba, los alimentos que componen una tempura se fríen durante poco tiempo, a lo sumo durante tres minutos. El aceite nunca se debe quemar y los alimentos, aunque sumergidos íntegramente en el aceite, apenas deben obtener un dorado superficial. Una vez quitados del wok o el recipiente en que se frían no deben quedar aceitosos.
Uno de los requisitos principales es que los alimentos del tempura sean cortados “en bocados o bastoncitos”, que entren fácilmente en la boca obedece a que tradicionalmente se llevan a la boca con los palillos.
Yo la he aderezado con salsa de soja, un chorrito de miel, sal Maldon y semillas de sesamo tostado.
Este es el resultado:
Ingredientes: (1 plato para dos personas)
- Aceite de girasol.
- 80 gr. de harina de tempura.
- 100 cc de agua muy fría.
- Cebolleta.
- Champiñones.
- Zanahoria.
- Coliflor.
- Calabacín.
- Berenjena.
- Salsa de soja.
- Sal Maldon.
- Miel.
- Semillas de sésamo tostado.
Preparación:
Cortar las verduras en bastoncitos o de un tamaño apróximado de un bocado. Yo pongo agua en una cazuela y cuando esta rompe a hervir añado las verduras más duras y las blanqueo (introducimos en el agua cuando hierve, entonces deja de hervir y seguidamente las saco cuando el agua vuelve a hervir) durante unos minutitos.
Para preparar la mezcla de tempura, en un cuenco o plato juntamos el agua bien fría y la harina y lo batimos bien.
Pasamos las verduras por la masa de tempura y freimos en un wok con abundante aceite durante unos minutos hasta que coge un bonito color dorado.
El rebozado debe ser fino y debe apreciarse el color vivo de las verduras en su interior.
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